miércoles, 11 de febrero de 2009

Crank: Alto Voltaje: Estuvo muerto... pero ya está mejor



Incombustible.
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Así es Jason Statham, todo un icono del desenfadado cine de acción desenfrenada. Un Bruce Willis del S. XXI que merced a productos tan dispares como "Lock & Stock", "Snatch", las diversas entregas de "Transporter" y las (de momento) dos de "Crank"consigue personificar a un héroe moderno pero no excesivamente vanguardista, imparable pero no irresoluto, dinámico,pero no acelerado innecesariamente, cáustico pero no cómico, expeditivo pero no implacable.
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En "Crank" la premisa nos llevaba a un protagonista al que se le inyectaba una sustancia que le obligaba a manternerse contínuamente en acción generando adrenalina o de lo contrario su corazón se detendría. La acción era vertiginosa pero lo mejor es que la película era divertida al gozar de esa rara virtud de no tomarse demasiado en serio a sí misma.
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Para la secuela, en cuyo título no aparece el "2" por ningún lado y se queda en "Crank: High voltage" se ha dado una tremenda vuelta de tuerca, teniendo en cuenta cómo finalizó la primera (y hasta ahí puedo leer), y en el aspecto visual contamos con una nueva técnica, inspirada en el "tiempo bala" que descubrimos con "Matrix"... solo que EN MOVIMIENTO.
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Expliquemos esto. Los directores/guionistas, Neveldine & Taylor, desarrollaron un complejo "chisme" que rodeaba a los protagonistas en una escena de acción de cámaras digitales domésticas de alta resolución (1080), capaces de obtener imagenes de gran calidad por poco dinero (muchas sufrieron desperfectos derivados de la trepidante acción) mientras los actores se desplazan (con todas las cámaras situadas a su alrededor y también en movimiento solidario) en lugar de permanecer en un sitio fijo como sucedía en "Matrix".
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Es un nuevo ejemplo de honradez cinematográfica. La peli no ofrece más de lo que promete... que no es poco en los tiempos que corren.